Con telarañas

Escrito por: Vicente González, Equipo Cineclub Sala Sazié

En un servicio a la comunidad, necesario para calmar el incontenible e imparable apetito de mantención, nace también la necesidad de mantener, pulir y refinar una memoria que, a veces tuerta e inepta, descubre y redescubre los pesares y malestares de personas, familias y clases. Pesares que, a lo largo de los años, se siguen manteniendo de una manera casi tan idéntica e inmutable, en una especie de mímesis con el apetito ya dicho. Efectivamente vale la pena redescubrir piezas y ladrillos de un mismo muro, enterrados hace tantos sentimientos, ya que hoy, siendo materiales de consumo y degustación, ojos y alientos de otras generaciones pueden dialogar y poner en tela de juicio lo que alguna vez se escondió en el tiempo. Los nuevos públicos serán los llamados a mantener, recordar, olvidar y desechar con el tiempo y un pensamiento crítico, aquello que es práctico y necesario para seguir evolucionando sus inquietudes y sus infinitos sentires.

Tierra Dorada, realizada en 1943 por Elio Roncagliolo Bavestrello, aborda la vida de campo en las tierras de San Rafael, en la región del Maule. La película se define inicialmente como “Una cinta típica de los campos chilenos”, dado que su argumento sencillo toma como base el triángulo amoroso entre José Antonio y Carmen, perteneciente al fundo El Milagro, y Ramiro, quien es el administrador de Ramón Fernández, reciente dueño del fundo Los Hornillos. Entre la disputa amorosa, paralelamente Ramiro intentará estafar a su jefe con las cosechas de la época, decisión que desencadenará un entramado de acciones de violencia, aventura y rescate para distintos personajes de la localidad.

Una historia simple y una trama efectiva se defienden correctamente con una puesta en escena en las mismas dimensiones, en una época en la que la comedia ranchera gozaba de su ocaso. El lenguaje visual es el que ya se dominaba en la época por distintos artistas y es el que se suele concebir en la actualidad, guardando efectivamente las proporciones respectivas, dadas las condiciones materiales y teóricas. Sin embargo, como material histórico, es gratificante apreciar cuadros vivos en donde se aprecia el cotidiano campestre de la época, abstraer dichas voces de la proyección y repensarlas como material sociológico y antropológico.

Curiosamente, si abordamos la escasa información que se tiene del realizador y de la obra en cuestión, podremos concluir que Tierra Dorada lleva la pulsión cinematográfica al ámbito más primitivo del humano. Como el generalizado de los realizadores de la época y las cercanas, se aprecia un entorno socioeconómico bastante pudiente en donde aún se mantenía el patronaje, y la vida de fundo, prácticamente la misma que mantienen ciertos hacendados en la actualidad. Pero no contento con el utilizar a parientes y vecinos en la realización, además de tierras propias y celebraciones locales para robustecer el metraje, resulta irrisorio el punto de partida de Tierra Dorada, al tener como génesis la elaboración del argumento, por parte de Elio Roncagliolo, como excusa para acercarse a Emma Maldonado, a quien este designó como protagonista del metraje y con quien contrajo nupcias años después. Lo curioso es que tal modo de utilización del arte para fines completamente opuestos a los artísticos, lo han llevado a cabo numerosas personas a lo largo de la historia y el globo, con anécdotas bastante similares y en otros casos, aún más descabelladas.

En este caso, la línea atencional que adquiere relevancia por sobre las otras es precisamente el contexto. Y ya sea histórico, social, personal y emocional, Tierra Dorada, lejos de ser una pieza fundamental en el cine nacional, da cuenta de distintas inquietudes relevantes para la época, así como también ciertas visiones cinematográficas a las que aspiraban desarrollar y dominar los aficionados e incipientes artistas.

Un hallazgo esclarecedor y cuyo contenido sigue resonando en ciertas esferas que, eventualmente no correrán la misma suerte de ser encontradas y restauradas.

Escrito por: Vicente González, Equipo Cineclub Sala Sazié, sobre "Tierra Dorada" (1943), de Elio Roncagliolo.

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