El primer paso es sencillo, también puede serlo el último

Escrito por: Vicente González, Equipo Cineclub Sala Sazié

El eterno caminar de la búsqueda, ya sea esta mental o física, indefectiblemente produce cansancio. El que busca siempre encuentra, repiten algunos. Efectivamente la persona que fuimos al inicio del proceso muchas veces no coincide con la que somos al final de este. Sin embargo, en el caso de no encontrar lo que esperábamos, con la mente cansada y el cuerpo desgastado… ¿aun así valió la pena?

La Ciudad De Los Cesares (a veces con tilde), estrenada en mayo del presente año, dirigida, coescrita y co-montada por Lucho Villegas, cuenta la historia de Daniela, quien debido a su tesis universitaria recorre parte de la ciudad de Santiago con el fin de encontrar una desconocida y olvidada película basada en un cuento que escribió su abuelo, detenido desaparecido en el año 1974. Durante la búsqueda, Daniela conocerá a Bárbara y Manuel, quienes la sumergirán en un llamativo viaje cultural lleno de música y poesía en el que entablarán una bonita amistad.

La película toma como pilar fundamental al arte desde distintas aristas y es potenciado con insertos musicales orientados a lo narrativo, así como escritos, rayados y variados murales en distintas paredes de la ciudad. Además de abordar el cine, el personaje de Bárbara es una actriz, quien a la vez pinta y toca en una banda de cueca y Manuel es un poeta emergente que también vende parte de sus libros luego de leerlos. Ambos personajes se ven en la posición de querer surgir y crecer como artistas a través de sus disciplinas, encontrándose con algunos inconvenientes, ejemplo de ello es el rechazo que consiguió Manuel en el concurso de la embajada de México para publicar su libro, o Bárbara quien tiene que desarrollarse en distintas áreas para, en sus mismas palabras, “darse vuelta en el mes”. Dado que esta película estuvo hecha a través de la autogestión y el aporte voluntario de distintas personas quienes apoyaron y confiaron en el proyecto, resulta curioso escuchar a Manuel decir que el concurso estuvo arreglado, que el ganador pololeaba con los jueces y que todos los concursos son políticos, manifestando así la frustración del sector artístico emergente del país (y mundial), debido a que en Chile, un porcentaje de las obras artísticas más visibles son justamente las que fueron financiadas por fondos gubernamentales o grandes casas productoras privadas.

Habiendo dicho lo anterior y reafirmarlo con cada letra de este texto, resulta curioso también desde dónde declama ese discurso la película y la liviandad con que se olvida, dado que, en rigor esta es una especie de Road Movie desde una esfera alternativa. Se puede observar que Daniela, el personaje principal y estudiante universitaria, vive en una de las comunas más adineradas de la capital, conoce a sus amigos en el barrio Lastarria, quienes viven a su vez en una comunidad con otros amigos y, durante la cinta, fácilmente podemos identificar que se mueven solo por las comunas de Ñuñoa, Santiago y Providencia/Las Condes/La Reina. Los vemos mayoritariamente disfrutando de distintas fiestas y, cuando estos trabajan, lo hacen desde una posición alegre y de entusiasmo, jamás sufriendo de
ninguna manera por esa frustración antes identificada.

Como posición antagónica se encuentra el grupo de ancianos los cuales se juntan a ver películas de manera hermética, pero, ante la posibilidad de recordar una película perdida, reaccionan con rechazo y posteriormente
vacían sus bodegas con tal de borrar una posible evidencia. El hermetismo de los ancianos no deja de ser sospechoso y, si bien se le revela a Daniela que el fotograma que consigue no es de la película que ella busca, esto no le genera una mayor incomodidad y prefiere desechar su objetivo de buscar la tan anhelada cinta.

(…) Siempre se llega, pero a otra parte. Todo pasa, pero a la inversa. Teniendo en cuenta el mensaje que la misma poesía tenía para ella, Daniela se da cuenta que su búsqueda iba hacia otro lado, incluso sin saber qué estaba buscando. Efectivamente el mensaje es esperanzador incluso cuando no se encuentra lo que en un inicio se tenía como meta, pero el problema que no deja de resonar es si se puede descubrir algo que jamás estuvimos buscando, dado que de esa manera simplemente se obtienen cosas más de las que se encuentran.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *